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lunes, 31 de octubre de 2011

El día de los e-difuntos

Desde la muerte de Steve Jobs, hemos visto una cantidad ingente de memoriales al cofundador de Apple en internet . Y es que en la era digital por excelencia, cada vez hay más rincones en la red donde hacer un homenaje a un ser querido en la blogosfera. Uno de los sitios más antiguos para estos menesteres es  Virtual Memorials, en inglés, que está activa desde 1996.
Ahora, se presenta en España una nueva red social, epilogable, que permite a cualquiera prepararse su propio rincón en vida para ser honrrado cuando muera y a otros, rendir homenaje a un ser querido. Si eres de los que te gusta tenerlo todo calculado, en Epilogable, puedes dejar constancia de porqué quieres que te recuerden, tus deseos y voluntades y preparar tu “huella digital personal” con fotos, vídeos, etc… Cuando mueras, las contraseñas de control de esta cuenta serán trasladadas a quién tu quieras y en las condiciones que dispongas.

Algo que ya sucede en otras redes sociales como en Facebook, que permite acceder a las cuentas de quienes han muerto para ser inmortalizados de una manera ética y segura. Para proteger la privacidad del fallecido, sólo los amigos confirmados por el fallecido en vida pueden ver el perfil y toda la información sensible se retira de la cuenta en cuanto se tiene noticia de la muerte. De esta manera evita que personas extrañas sólo por morbo accedan a la cuenta. Sin embargo sí permite a amigos y familiares dejar mensajes en la pared de la persona fallecida por el bien de la memoria. Así sucedió también por ejemplo en Tuenti con la página de Marta del Castillo cuya presencia en las redes sociales fue clave durante la investigación posterior a su muerte.
En un artículo reciente en The Economist en el que apuntan al negocio de los servicios funerarios virtuales como creciente, aseguran  cómo estos sufren problemas para su mantenimiento muy parecidos a los de sus homólogos analógicos. Por ejemplo, aseguran: “la profanación de estos sitios sagrados es tan violenta como la profanación de una tumba en un cementerio real”. También tienen algunos problemas para patronizarse ya que: “a nadie le gusta ver una lápida digital sobre su hijo “patrocinada” por Ryanair”, aseguran.

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